El Gobierno afila sus uñas para otra reforma económica de indudable calado: la reforma de las pensiones. Según fuentes de toda solvencia, el Ministerio de Trabajo está ultimando su propuesta de reforma de la Seguridad Social, y con toda probabilidad la presentará en los próximos días ante la Comisión del Pacto de Toledo.
Aunque la reforma no está del todo perfilada, fuentes no oficiales que conocen las intenciones del Ejecutivo aseguraron ayer que la reforma viene “durita”. Es decir, que difícilmente va a contar el apoyo de los sindicatos, lo que obligará al Gobierno a aprobarla mediante real decreto ley, como ha sucedió con la reforma del mercado de trabajo. Zapatero anunció hace unos días que la reforma de las pensiones se hará en el contexto del Pacto de Toledo, pero esta intención choca con el objetivo de sacarla adelante lo antes posible para calmar a los mercados financieros. Y tampoco parece fácil un pacto político en un contexto tan encrespado como el actual. Y mucho menos en otoño, cuando se tramita el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011.
La Comisión del Pacto de Toledo, de hecho, lleva trabajando más de un año y sus resultados se limitan a la comparecencia de decenas de altos cargos y especialistas, pero sin que esas reuniones se hayan sustanciado en documento alguno. La propuesta del Gobierno se conocerá, en cualquier caso, antes del Debate sobre el estado de la nación que se celebrará el 14 y 15 de julio. El presidente Zapatero quiere presentarse ante el debate con los ‘deberes hechos’, lo que le permitiría aparecer ante Rajoy como una especie de ‘campeón’ de las reformas económicas, al contrario que el líder del PP, que no ha respaldado ninguna, salvo la creación del fondo de rescate de la banca.
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cotizalia