Según información publicada en
eleconomista:
Desde el sector se apunta a que es difícil predecir si en los próximos meses la
batalla por el pasivo se recrudecerá o se calmará. Por un lado, el deterioro que causa a la cuenta de resultados de las entidades aconseja que su intensidad vaya disminuyendo, en línea con las recomendaciones realizadas por el Banco de España y desde el Gobierno, pero, por otro, están las crecientes necesidades de liquidez de las entidades.
Ahora, tras el rescate de Irlanda, los insistentes rumores sobre Portugal y la presión sobre España, los mercados mayoristas de financiación vuelven a estar cerrados, salvo excepciones, para las entidades españolas, lo que las empuja a sufragar sus actividades a través de la financiación interna, es decir, a través de cuentas remuneradas y depósitos de sus clientes.
La clave de los próximos meses, insisten desde el sector, no se encuentra tanto en la estrategia comercial de las entidades de crédito sino en la facilidad de obtener financiación de los mercados a precio razonable.
En ese sentido, destacan que la evolución de los tipos de las emisiones de deuda española también marcará las posibilidades del sector de acudir a los mercados. No hay que olvidar que las entidades financieras españolas tienen vencimientos de deuda de 190.000 millones de euros entre este ejercicio y el de 2012.