La crisis de deuda soberana europea se extenderá más allá de 2012, exacerbada por la recesión cada vez más profunda de los países altamente endeudados del sur de Europa. Así al menos lo cree Invesco, gestora que considera que esta circunstancia provocará un significativo aumento de la incertidumbre y la volatilidad en los mercados financieros, así como una pérdida de atractivo del euro, algo que, según asegura la firma en un informe, “ya se está produciendo”.
Si bien es cierto que la crisis de deuda que atraviesa la Eurozona no ha sido resuelta en la última cumbre celebrada en el mes de diciembre, parece claro que la política de tipos de interés de los bancos centrales va a seguir a la baja durante un tiempo prolongado. De acuerdo con estas previsiones, Invesco entiende que, a la hora de diseñar una cartera, resulta conveniente poner el acento en los activos de calidad que generan seguridad con rendimientos sostenibles, tanto dentro del mercado de renta variable como en el de renta fija.
En este sentido, Invesco destaca los bonos corporativos y el mercado de high yield, sin olvidarse de activos de renta variable cuyo dividendo esté protegido por un crecimiento de beneficios constante y una sólida cobertura frente a un entorno macroeconómico cambiante. También muestra su interés por fondos inmobiliarios que puedan asegurar flujos considerables y estables de ingresos provenientes del alquiler. Menos oportunidades ve la gestora en las materias primas, cuya evolución podría verse afectada por la ralentización de las economías de Europa y Asia.