Desde el 25 de junio, la compañía ha perdido en bolsa un 13% que supone unos 20.800 millones de capitalización bursátil.
Los analistas apuntan que, aunque la hegemonía de Google en la red continúa siendo indiscutible, los inversores se han aburrido de su dominio. La compañía tiene problemas en China y ello ha aumentado la preocupación sobre su capacidad de extender su liderazgo en Estados Unidos al mercado más grande del mundo.
A la espera de que Google de cuenta de sus resultados trimestrales el próximo 15 de julio, los analistas esperan que sus ventas y ganancias por acción suban más de un 22% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, en cuanto al comportamiento del año entero, la predicción de crecimiento del beneficio es del 20%.
Unos datos que, aunque podrían parecer envidiables dado el contexto económico global y que la recuperación de la economía de EEUU no acaba de despegar del todo, lo cierto es que las comparaciones son odiosas para una compañía que en los últimos cinco años ha experimentado subidas de cerca del 40%.
Fuente:
cotizalia